Las Cosas que Son

Las Cosas que Son

Lesson 3

Las Cosas que Son

Bienvenidos a la lección 3 de la revelación de Jesucristo.

En nuestra última lección, hablamos de las cosas que Juan vio, mientras estaba en el espíritu en la isla de Patmos. Hoy hablamos de las cosas que son.

Había 7 iglesias específicas en Asia Menor en ese momento y Jesucristo envió mensajes especiales a cada una de estas Siete iglesias.

Todo comienza en Apocalipsis 1:20. Ahora déjenme enseñarles algo aquí, que es sumamente importante. Muchas veces en la Biblia, los capítulos no están cortados en el lugar correcto porque no había capítulos ni versículos en los escritos originales; esos fueron proporcionados por los editores.

Esta narración en particular acerca de las Siete iglesias comienza en el último versículo del capítulo 1. Hubiera estado en mejor lugar en el primer versículo del capítulo 2; pero sin embargo, vamos a leer Apocalipsis 1:20. Aquí es donde todo comienza:

 

El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias”. Apocalipsis 1:20.

 

El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

 

Noten, que este es el misterio de las 7 iglesias. Entonces, son símbolos que deben ser entendidos, la Escritura nos lo explica aquí mismo. Las 7 estrellas son 7 ángeles o mensajeros. El mensajero se refiere al pastor de la iglesia.

Los 7 candeleros son las 7 iglesias. El aceite fluye a través de los candeleros de la misma manera que el espíritu de Dios fluye a través de las iglesias.

 

Ahora, hablemos por un momento sobre la importancia de los pastores, porque hoy en día hay mucha gente que dice: “no necesito un pastor, o ni siquiera necesito una iglesia”; pero veamos que dice la biblia al respecto. En Jeremías 3:15, Dios habló y dijo:

 

Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”. Jeremías 3:15.

 

Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.

 

Ahora, eso es algo muy importante; los pastores son dados por Dios; Dios dijo: “Os daré pastores y os alimentarán con conocimiento y entendimiento”.

Y luego en Hechos 20:28, nos dice algo más acerca del papel de los pastores:

 

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”. Hechos 20:28.

 

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, fíjense, es el Espíritu Santo el que nombra a los pastores, cuyo trabajo es de ser supervisores. El Espíritu Santo les ha hecho capataz y de nuevo repite “para apacentar la iglesia del Señor”; la cual él ganó por su propia sangre”.

 

Dios Todopoderoso derramó Su Sangre en la cruz del Calvario para comprar la iglesia.

Ahora bien, algo tiene que estar realmente bien establecido en cada uno de nuestros corazones. ¡Hay todavía pastores llamados por Dios hoy en día!

Y los pastores deben alimentar el rebaño o la iglesia, los miembros de la iglesia con conocimiento y entendimiento. El Espíritu Santo es el que debe elegir a los pastores de nuestras iglesias. Ahora, muchas cosas se han desarrollado con el tiempo; tenemos ahora jerarquía, tenemos todo tipo de juntas que eligen pastores, pero cuando las cosas funcionan como se supone que deben hacerlo, Dios Todopoderoso, a través de Su espíritu, orquestra todo esto, elige a los pastores, los pone, los saca. Esa es la manera en que Dios pretendía que Su iglesia fuera administrada.

 

Y fíjense, ¡es el pastor el que es designado por Dios como supervisor de la iglesia!

Ahora, echemos un vistazo a la importancia de la iglesia, ya que hay tantas personas que de alguna manera lo desafían “¿necesito una iglesia, necesito un pastor”?

Escuchen Mateo 16:18:

 

Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Mateo 16:18.

 

Y yo también te digo, este es jesus hablando, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; Jesús dijo “edificaré mi iglesia; por eso He venido a la tierra, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Entonces, la iglesia no es solo una organización hecha por el hombre. Jesucristo vino a esta tierra y Su misión principal fue edificar Su iglesia. Eso hace que la iglesia sea algo realmente importante. Ahora, sé que mucha gente dirá “hay tantas iglesias falsas”; y eso es cierto, lamento decirlo, hay muchas iglesias falsas.

Sin embargo, quiero decírlo a cada uno de ustedes: todavía hay verdaderas iglesias en la tierra en este momento a través de las cuales Dios obra.

 

La iglesia es el cuerpo de Jesucristo en esta tierra. Se supone que todos nosotros somos miembros del cuerpo de Jesucristo y lo hacemos estando en una iglesia llamada por Dios bajo el liderazgo de un pastor llamado por Dios.

Veamos ahora los mensajes a las 7 iglesias. No vamos a leer todo el texto porque sería demasiado largo. Estos 7 mensajes están contenidos en los capítulos 2 y 3 y están dedicados a estas iglesias; y la razón por la que usted y yo necesitamos mirarlos bien es porque había condiciones en las iglesias en ese tiempo que son muy parecidas a las condiciones con las que lidiamos en las iglesias de hoy.

 

Vamos a escuchar directamente de la boca de Jesucristo cómo miró hacia estas iglesias y cuál fue realmente Su opinión sobre estas iglesias.

Ahora, es muy importante que todos entendamos que estas son las últimas palabras de Jesús que tenemos. Esto es lo último que Él habló directamente. Esa es la razón por la que queremos escuchar con atención.

Ahora, el apóstol Juan estuvo ministrando en las 7 iglesias de Asia cuando fue arrestado por el emperador romano Domiciano y exiliado a la isla de Patmos.

Entonces, mientras Juan está allí en la Isla de Patmos, él está en el espíritu y Dios comienza a darle mensajes y le dijo a Juan: “escribe estos mensajes porque quiero que entregues estos mensajes a las iglesias. Tengo algunas cosas que quiero decir específicamente a cada una de esas iglesias, para que puedan entender su posición espiritual desde mi punto de vista”.

 

Entonces, a Juan se le dieron estos mensajes a las 7 iglesias y luego entregó estos mensajes a cada una de esas iglesias probablemente después de ser liberado del exilio alrededor del año 96 d.C.

Ahora, mientras continuamos aquí; quiero notar mientras consideramos las últimas palabras registradas que tenemos directamente de la boca de Jesús.

Van a escuchar lo que les va a decir a las 7 iglesias de Asia Menor.

Ahora, algunos tienen la creencia de que las 7 iglesias de Apocalipsis 2 y 3 son profecías de  7 diferentes eras de la iglesia; desde el tiempo de la iglesia primitiva hasta la segunda venida de Jesucristo.

Supuestamente, los 7 mensajes representan las condiciones de la iglesia cristiana durante esas 7 eras  de la iglesia, desde la era de la primera iglesia hasta la era de los últimos días.

 

Entonces, hagamos la pregunta: ¿7 iglesias equivalen a 7 edades de la iglesia?

Ahora, recuerden lo que el Señor dijo: “escribe las cosas que has visto, y las cosas que son”.

La iglesia de Efeso según esta enseñanza profética simboliza la era apostólica tardía.

La iglesia de Esmirna estuvo en los primeros siglos de persecución. La iglesia de Pérgamo fue la época de Constantino, cuando ocurrió el matrimonio entre la iglesia y el estado.

La iglesia de Tiatira; enseñan, fue la época de la apostasía papal, también conocida como la edad oscura. Y luego la iglesia de Sardis; dicen, fue un período de la edad media, una época de decadencia espiritual.

 

Finalmente, la iglesia de Filadelfia representa la era de la reforma; dicen, y finalmente, la iglesia de Laodicea es supuestamente la iglesia de los últimos días.

Ahora, aquí está la gran pregunta: ¿somos la iglesia de Laodicea ahora? ¿Significa eso que vamos a tener las condiciones de Laodicea?

¿Es eso lo que Jesucristo le estaba mostrando aquí a Juan?

¿Hay alguna base para creer en las Siete Edades de la Iglesia?

Bueno, la verdad es que no hay base bíblica para esta creencia. Asumiendo que todo el Libro de Apocalipsis fue profético; alguien tenía que averiguar qué significaban estos capítulos 2 y 3 y por eso inventaron esta teoría.

Ahora, esto es lo que las Escrituras diecen al respecto, y esto es Apocalipsis 1:19, vimos esto en una lección anterior pero quiero que lo vean de nuevo:

 

Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas”. Apocalipsis 1:19.

 

Esto es lo que el Señor le dijo a Juan:Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas”.

 

Ya hemos estudiado las cosas que has visto. Hoy estamos estudiando las cosas que son. Eran condiciones presentes durante los días de Juan, alrededor del año 96 d.C.

Y luego, en nuestra próxima lección vamos a estudiar acerca de las cosas que serán después de estas. Ahí es cuando vamos a movernos hacia el futuro.

Pero hoy, nos estamos enfocando en “las cosas que son”. Los mensajes de cuando Jesucristo, mirando hacia esas 7 iglesias, dijo: “ustedes están yendo bien por aquí, por aquí y por aquí; pero en esta área, no están yendo tan bien”.

 

Ahora, esto va a ser maravillosamente informativo para ustedes y para mí porque mientras analizamos estos mensajes, quiero que se pregunten: si Jesucristo me estuviera enviando un mensaje, ¿qué diría? ¿Y qué vería?

Ahora, esto es tan importante para cada uno de nosotros. Si estuviera enviando un mensaje a mi iglesia, ¿qué diría?

Bien, ahora veamos las 7 iglesias literales que existían en Asia Menor en ese momento en particular, hoy en día Asia Menor es Turquía.

Pero estos mensajes fueron escritos en el momento en que se escribió el Libro de Apocalipsis.

 

Ahora cada uno de estos mensajes se aplicará de una forma u otra. Estoy seguro de que probablemente se reconocerán en la mayoría, si no en todos, de estos mensajes.

Y nos ayudará a todos si podemos escuchar lo que Dios estuvo diciendo a esas iglesias porque probablemente hoy Él diría lo mismo a nuestras iglesias y a nosotros personalmente.

Entonces, veamos un resumen de los mensajes de Dios para cada iglesia. Y después de cada mensaje, Dios dijo lo mismo, 7 veces de forma repetida. Después de que Él les dijera lo que estaban haciendo bien y lo que estaban haciendo mal; entonces, dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.

 

Y Dios nos diría eso a ustedes y a mí porque lo dijo cada vez; asi que Él nos lo diría a ustedes y a mí. Y quiero decir lo siguiente para todos nosostros: “El que tenga oído, que oiga”.

Ahora bien, no todo el mundo tiene un oído para oír. Algunas personas no quieren escuchar.

Pero aquellos de nosotros que amamos a Jesucristo y queremos agradarle; entonces necesitamos escuchar los mensajes que Dios envió y también necesitamos saber qué hacer en respuesta a estos mensajes.

Estas advertencias por las que vamos a pasar son tan importantes hoy como lo fueron hace 2000 años.

Vamos a la primera iglesia. La primera iglesia fue Éfeso. Allá cerca de la Isla de Patmos, a 30 millas de distancia, por supuesto la Isla de Patmos está separada de Éfeso por el agua; Éfeso ya no es una ciudad habitada, pero una hermosa ruina arqueológica, son de las ruinas arqueológicas más hermosas en las que he estado.

 

El teatro, donde el apóstol Pablo quiso ir a defenderse y donde se sentaban 25.000 personas todavía sigue allí. De hecho, me he sentado en esos bancos; cada uno de ello tallado en piedra. Entonces, Éfeso es uno de los lugares arqueológicos más hermosos a los que podrían  visitar de todo el mundo.

Pero, ¿qué le dijo Dios a la iglesia próspera que era Éfeso?

Ahora, según el registro histórico, había alrededor de 150.000 personas que vivían en Éfeso y esto es lo que Dios le dijo a Éfeso.

Comenzó a darles elogios, pero su mensaje central fue “has dejado tu primer amor”; esto está registrado en los versículos 1 al 7 del capítulo 2 de Apocalipsis:

 

Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. Apocalipsis 2:1-7.

 

 

Estas son algunas de las cosas que dijo el Señor: Yo conozco tus obras, haces buenas obras y también conozco tu paciencia porque no puedes soportar la maldad. Entonces, Dios les está recomendando: ‘no quiero que le des palmaditas en la espalda a las personas que están viviendo vidas de iniquidad, te gusta la justicia, veo que no puedes soportar a los que son malvados’. Saben, hoy hay mucha tolerancia y simplemente ponemos excusas para todo y para todos. Pero no estoy seguro de que esa sea la forma en que Dios quiere que seamos.

 

Y luego, Dios también elogió a la iglesia en Efeso porque no habían desmayado.

Ahora, después de que Él les dio estos elogios, Él les da felicitaciones, pero luego dice: “sin embargo, tengo algo contra ti porque has dejado tu primer amor; simplemente no me amas como solías”.

Bueno, ¿cómo se valorarían ustedes con esa afirmación? ¿Cómo se valorarían?

¿Todavía amamos a Dios con tanta pasión y fervor como cuando fuimos salvos aquella vez?

¿Cómo vamos yendo?

Ahora, después que Él los reprendió, porque dejaron su primer amor, Él entonces les da la cura. Él dice “ahora, arrepiéntete y haz tus primeras obras”.

 

Y Él dijo “si no reparas tu situación espiritual, voy a venir y te quitaré tu candelero”.

¿Qué era el candelero?

Cada uno de los candeleros representaba una iglesia. 7 candeleros, 7 iglesias.

Él está diciendo “aquí voy a sacar la iglesia de tu corazón. Ni siquiera quieres ir a la iglesia, porque has tratado con descuido mi preciosa salvación que te di; si no haces algo acerca de la condición de tu corazón y comienzas a ser más diligente, simplemente sacaré la iglesia de tu corazón, y no querrás ir nunca más. “Además, cuando quite mi candelero”, recuerden que el espíritu fluye a través del candelero , “te quitaré mi espíritu”.

 

Luego Él dice ‘pero déjame darte un elogio más. Tenéis entre vosotros aborrecedores de las obras de los nicolaítas, que yo también aborrezco’.

Ahora, ¿qué son los nicolaítas?

La primera parte griega de la palabra inglesa Nicolaetan es Nicos, que significa conquista o derrota; la mitad de la palabra proviene de laos que significa gente.

Ahora, muchos eruditos creen que la palabra “nicolaítas” significa obispos o prelados que usaron su posición para gobernar a la gente.

Entonces, lo que el Señor estaba diciendo es “odio esa actitud”; y el apóstol Pedro en la Biblia enseñó en contra de esta práctica. Esto está en 1 Pedro 5:3:

 

“No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”. 1 Pedro 5:3.

 

 

Él está hablando a los ministros y cómo deben ministrar los pastores, cómo deben pastorear. Él dijo ‘no como siendo señores sobre la herencia de Dios, sino ejemplos para el rebaño’.

Entonces, nos está diciendo como ministros “no usen su posición para tener poder y aprovecharse de la gente”.

Pero sé un buen ministro, sé un siervo y apacienta el rebaño de Dios sobre el cual el Espíritu Santo te ha puesto como supervisor.

Y finalmente, la advertencia para los efesios fue “arrepentíos, eso significa cambiar; cambiad y volved a donde se supone que debéis estar; recordad cómo erais cuando fuisteis salvos aquella vez; el celo maravilloso, el gozo maravilloso, el fervor del corazón en fuego, lo habéis perdido, volved allí “haced vuestras primeras obras”!

 

Esa es nuestra primera iglesia de las Siete Iglesias.

La siguiente iglesia fue Esmirna. Ahora, Esmirna hoy se llama Izmir; sigue siendo una ciudad próspera en Turquía hoy en día.

Y la iglesia en Esmirna, el Señor dijo ‘eres pobre, pero eres espiritualmente rica’!

Entonces, en cuanto a los bienes de este mundo, eran pobres, pero Él está diciendo ‘eres muy rica porque estás caminando conmigo’.

Ahora, este relato de la iglesia de Esmirna está en los versículos 8 al 11 del capítulo 2:

 

Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”. Apocalipsis 2:8-11.

 

 

Ahora, escuchen lo que dijo Jesús, Él comienza de nuevo “conozco tus obras”. Sé que mucha gente dice ‘bueno, las obras no importan’. Bueno, cada vez en cada mensaje a estas 7 iglesias, Jesús dijo “conozco tus obras”.

 

(23:05 min of the video)

 

Aparentemente, lo que hacemos sí le importa a Jesucristo. Y entonces Jesús dijo: “Yo soy el primero y el último, que estuve muerto y vivo”; El se está reidentificando a Sí mismo; Él dijo: “conozco su pobreza, pero, oh, son ricos, y no teman, aunque algunos de ustedes serán arrojados a la cárcel”.

Estaban en tiempo de gran persecución en ese momento. Él dijo “vas a ir a la cárcel, pero no tengas miedo, y sé que hay algunos entre ustedes que dicen ser judíos y no lo son, son de la sinagoga de Satanás”.

¿Se imaginan personas que se creían religiosamente exaltadas y salvas, pero Jesús dice ‘dicen que son judíos pero no lo son, en realidad son de la Sinagoga de Satanás’.

Entonces, para que una persona piense que es religiosamente correcta y, sin embargo, Jesús los mira y les dice “ustedes son de la sinagoga de Satanás”.

 

Ya saben, todos tenemos que mirarnos a nosotros mismos. ¿Es mi cristianismo bíblico? ¿Estoy realmente siguiendo los pasos de Jesucristo o no?

Ahora, el apóstol Pablo enseñó acerca de las personas que pensaban que eran judíos pero no lo eran; en Romanos 2:28-29:

 

Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”. Romanos 2:28-29.

 

Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; el pueblo judío le dio mucha importancia a esto porque se les enseñó desde la época de Abraham en adelante, el derecho a la circuncisión. Pero ahora el apóstol Pablo dice: “no es judío el que parece judío, o guarda todos los ritos, la circuncisión, o es judío exteriormente en la carne, sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; tienen la realidad, no sólo una reputación o profesión. Y siguió diciendo, la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

 

Ahora, aquí vienen las instrucciones para el pueblo de Esmirna: “¡sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”!

Y esa advertencia va para todos nosotros. Ya saben, durante años no hemos pensado mucho en los cristianos que tienen que dar su vida por Jesucristo. Pero ahora, en los días de ISIS y otras personas que persiguen a los cristianos, estamos viendo a miles de ellos recibir disparos y ser derribados en campos, solo porque no renunciaron a su fe en Jesucristo.

 

A ninguno de nosotros se nos promete que no tendremos que pagar ese precio. No lo queremos, pero ciertamente necesitamos estar preparados para ese día porque sabemos que viene un tiempo llamado ‘la gran tribulación’, estudiaremos sobre eso más adelante durante esta serie; pero es importante lo que Jesús dijo: ‘solo sé fiel hasta la muerte’. Todos vamos a morir de todos modos, la única pregunta es cuándo. ¡Solo sé fiel hasta el final!

He visto a muchas personas, sirven a Dios bastante bien por un tiempo, pero luego es como si se marchitaran; pierden su fidelidad. Pero Jesús está advirtiendo a la iglesia de Esmirna: “¡Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida, la vida eterna”!

Ese es el premio final.

 

Bien, veamos ahora la tercera iglesia, la iglesia ubicada en Pérgamo. Y esto es lo que dijo el Señor acerca de Pérgamo:

 

Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”. Apocalipsis 2:12-17.

 

 

Y esto es lo que dijo el Señor acerca de Pérgamo: “mucha doctrina falsa tenéis entre vosotros”. Sé que mucha gente piensa que la doctrina ya no importa, pero el apóstol Pablo le escribió a Timoteo y le dijo: ‘ten cuidado de ti mismo y de la doctrina porque haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.

El apóstol Pablo escribió a los gálatas y dijo: ‘si nosotros o un ángel del cielo viniere a predicar otro evangelio diferente del que os estamos anunciando, sea anatema’.

Él dijo: ‘si alguien entra en tu casa y no trae esta doctrina, ni siquiera lo invitas a entrar’.

La doctrina es importante porque la doctrina falsa hará que la persona se pierda. La verdadera doctrina hará que una persona se salve.

 

Jesús dijo ‘conoceréis la verdad y la verdad os hará libres’.

Ahora, volvamos a Pérgamo. Jesús dijo ‘tú habitas donde está el trono de Satanás’. Esto está en el segundo capitulo en los versos 12-17. Él le dice a la gente de Pérgamo: “conozco tus obras y has hecho cosas muy buenas, te aferras a mi nombre”, saben, el nombre de Dios es muy importante. Y luego dijo “y no negaste mi fe y también ha habido entre ustedes los que ya han sido martirizados, entiendo que lo están pasando mal, están donde está el trono de Satanás, hay una concentración de espíritus demoníacos en Pergamos”, pero luego Él dice: “pero tenéis entre vosotros algunos que retienen la doctrina de los nicolaítas, la cual yo aborrezco”.

Una vez más, ustedes tienen algunos que quieren sentarse en el trono del gobierno, no en una posición de servidumbre, están buscando poder y prestigio, como señores sobre la herencia de Dios; Él dice “odio eso”.

 

Y luego dijo: “también tenéis algunos entre vosotros a los que toleráis, a los que soportáis, que abrazan la doctrina de Balaam”.

¿Cuál es la doctrina de Balaam?

Bueno, nos estamos preparando para averiguarlo.

Entonces, aquí está lo que Jesús dijo a la iglesia de Pérgamo: “tengo algunas cosas contra ti; Él los elogió porque no habían negado Su nombre, se aferraban a la verdad. “Pero esto es lo que tengo contra ti, porque hay entre vosotros algunos que retienen la doctrina de Balaam”.

¿Cuál es la doctrina de Balaam?

Bueno, Balac, un rey moabita envió al profeta Balaam para que viniera y maldijera a los hijos de Israel. Y lo intentó pero Dios no se lo permitió.

Y Balaam dijo: ‘no puedo maldecir a los que Dios ha bendecido’. Y Balak dijo: “te haré rico si lo haces”.

Y así, bajó y lo intentó de nuevo.

 

Y de nuevo Dios se lo prohibió. Y finalmente, Balaam quería este lugar de honor, este lugar de riqueza que Balac le estaba ofreciendo, bajó y lo intentó por tercera vez y todavía no pudo hacerlo.

En cambio, bendijo a Israel y Balak se enojó tanto con él, dijo: ‘te he dado honor, te he dado riqueza, y se suponía que debías maldecir a esta gente y en cambio los bendijiste’.

Pero, Balaam dijo ‘no puedo maldecirlos pero te diré cómo puedes hacer que su Dios los maldiga; simplemente influencia a los hijos de Israel para que coman cosas sacrificadas a los ídolos y cometan fornicación. Entonces, su Dios los maldecirá. Y entonces, eso es lo que realmente hizo Balac. Envió hermosas jóvenes para seducir a los hijos de Israel y terminaron cometiendo fornicación y trajeron los juicios de Dios contra ellos.

 

Ahora, otra cosa que hizo Balaam; fue muy mal hecho de su parte, Dios le dijo ‘no’ y volvió a preguntar y Dios le dijo ‘no’ y volvió a preguntar.

¡Permítanme decirles a todos ustedes, sean rápidos en responder a lo que Dios dice!

Si Dios dice ‘sí’, muy bien. Si dice ‘no’, no vuelvan a preguntar; porque Dios sostiene lo que dice. Luego finalmente, el mensaje que concluye es “al que venciere, daré a comer del maná escondido”.

¿De qué está hablando?

Bueno, sabemos que en el Antiguo Testamento, el maná descendía todos los días, era una “especie” de Espíritu Santo. Cuando el maná cayó por primera vez, lo llamaron “maná” porque significa “qué es”.

 

Cuando el Espíritu Santo cayó por primera vez en el Nuevo Testamento, dijeron lo mismo.

¿Qué maná esto?

Porque el maná fue diseñado para proveer la sustancia o materia a diario, y el Espíritu Santo es algo que necesitamos; la Biblia dice que “aunque el hombre exterior se va desgastando, el interior se renueva de día en día”.

¡Todos nosotros necesitamos un suministro fresco del Espíritu Santo!

Entonces, el Señor dice “si me sois fieles y vencéis, os voy a dar a comer del maná escondido que el mundo ni siquiera entiende”. Continuó diciendo: ‘le daré una piedra blanca y en la piedra está escrito un nombre nuevo que nadie conoce excepto el que lo recibe’.

¿Qué es esto?

Voy a tener una piedra blanca?

¿Y va a tener un nombre que nadie sabe excepto el que lo recibe?

 

Bueno, tratando de entender esto, leí un pasaje en Lucas 10:22:

 

Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”. Lucas 10:22.

 

 

Y aquí es donde Jesús estaba hablando y dijoTodas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo’. ¿Qué es esto, estamos guardando secretos aquí? Y luego dice ‘y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar’.

 

Entonces, tenemos este pasaje en el que una persona va a recibir un nombre y una piedra blanca que solo él entiende, pero aquí tenemos más o menos lo mismo.

Nadie conoce al Padre sino el Hijo; nadie conoce al Hijo sino el Padre y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Hay otro pasaje que dice que ningún hombre ha visto a Dios en ningún momento excepto el que es de Dios; ha visto al Padre. ¡Y lo que Jesús realmente estaba diciendo era “cuando me has visto a mí, has visto al Padre”!

Si queréis ver al Padre, miradme, Yo y Mi Padre somos Uno.

Bueno, finalmente Jesús concluye su mensaje “arrepentíos o vendré y pelearé contra los malhechores con la espada de mi boca”.

Fíjense, el mensaje es casi siempre “arrepiéntanse, eso significa dar la vuelta, cambiar”.

 

Veamos ahora el mensaje a la iglesia en Tiatira. Esto se encuentra en Apocalipsis 2:18-29. Ahora, esto es lo que el Señor le dijo a Tiatira:

 

Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Apocalipsis 2:18-29.

 

 

Ahora, esto es lo que el Señor le dijo a Tiatira “estás tolerando el mal”. Pero comienza encomendándolos “conozco vuestras obras”. Jesús los elogia por la caridad, por el servicio, por la fe, por la paciencia, pero luego les dice: “tengo unas pocas cosas contra vosotros”.

¿Qué pasaría si Jesús nos estuviera hablando a ustedes y a mí directamente hoy? Y Él nos diría “ok, lo estás haciendo bien, apoyas a la iglesia, eres fiel, enseñas el estudio de la Biblia, ganas almas”. Pero, ¿qué pasaría si Él dijera entonces “pero tengo algunas cosas contra ti. Déjame hablarte sobre algunas cosas que estás haciendo mal”.

Bueno, o se taparán los oídos y dirán ‘no quiero oírlo’ o dirán ‘dime Señor, quiero hacer lo que Tú quieres que yo haga’.

Entonces, Él le dice a la iglesia aquí en Tiatira, Él dice: “permites que Jezabel, que dice ser profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos en cometer fornicación”.

Ahora, esta iglesia tenía problemas. Estaban tan confundidos en su forma de pensar que permitieron que una mujer que estaba seduciendo al pueblo de Dios cometiera fornicación, que comiera cosas sacrificadas a los ídolos.

¿Cómo nos desviamos tanto del camino?

 

Es simple, las iglesias de hoy están haciendo lo mismo. La Biblia dice que si un hombre se acuesta con un hombre como con una mujer, es una abominación.

Ya saben lo que las iglesias de hoy están diciendo “oh, no es una abominación, les vamos a dar un pastor homosexual o una pastora lesbiana”.

Entonces, estamos haciendo exactamente lo mismo que hizo la iglesia de Tiatira. Estamos tomando personas que respaldan la inmoralidad, la fornicación, cosas que Dios odia y los exaltamos y permitimos que se conviertan en nuestros maestros. Ahora, sé que eso es un poco fuerte, pero no es más fuerte que lo que está aquí. Este es uno de los mensajes y si Jesucristo estuviera aquí en la tierra hoy, ¡nos diría exactamente lo mismo!

Y tenemos que decírselo a la gente. Ahora, noten lo que Dios hizo.

 

Dios no solo cortó a Jezabel; Él dijo ‘le di espacio para que se arrepintiera pero ella no se arrepintió’.

Ahora, quiero decirles a todos ustedes: si se encuentran fuera del camino de Jesucristo, Él no quiere cortar con ninguno de nosotros, Él nos dará espacio para arrepentirnos, pero solo porque no lo hace, solo porque no nos deja, eso no quiere decir que Él aprueba lo que estamos haciendo. Está siendo paciente con la esperanza de corregir el camino que estaba tomando Jezabel. Pero ahora bien, ella se ha infiltrado en toda la iglesia y ahora la iglesia la aprueba. La están poniendo en el púlpito.

Y ella influenciaba a los miembros de la iglesia en cometer fornicación y a comer cosas que son en sacrificio a los ídolos. Ella los guiaba a la adoración de ídolos. Eso les muestra lo que puede pasar. Y si estudian la historia de la iglesia, ha sucedido una y otra vez. Por eso tenemos la Palabra de Dios. ¡Necesitamos estudiar la Palabra de Dios y ver si todavía estamos enseñando lo que la iglesia primitiva enseñaba!

 

Si todavía estamos enseñando lo que Dios quiere que enseñemos. Ahora, Dios dijo: “le di espacio para que se arrepintiera, pero ella no se arrepintió y, como no lo hizo, la arrojaré a ella y a sus compañeros a una gran tribulación”. A no ser que se arrepientan, Él todavía  tiene esperanza que se arrepientan. Y luego dice ‘y os daré a cada uno de vosotros según vuestras obras’.

Luego les dice a aquellas personas que no estaban haciendo algunas de estas cosas, porque esta era una iglesia grande, y no todos eran culpables de lo que se decía. A los que no hacían estas cosas les dijo: “el que venciere y guardare mis palabras”; no podemos guardar Sus palabras, a menos que sepamos cuáles son Sus palabras.

Procuren con diligencia presentarse a Dios aprobados, como obreros que no tienen de qué avergonzarse, que usan bien la palabra de verdad”.

 

Ahora, recuerden que estas son las últimas palabras que tenemos de Jesucristo, las que dijo directamente de Su boca a los seres humanos.

“¡Al que venciere y guardare Mis Palabras, le daré poder sobre las naciones”!

La Biblia dice que si sufrimos con Él, gobernaremos con Él. La Biblia dice “hemos sido redimidos y gobernaremos y reinaremos como reyes y sacerdotes con Jesucristo.

Jesucristo se está preparando para regresar a esta tierra y establecer Su Reino. Y todos aquellos de nosotros que permanecemos fieles y obedecemos Su Palabra, cuando Él regrese, seremos cambiados de seres mortales a seres inmortales. Seremos arrebatados para encontrarnos con Él en el aire. Y la Biblia dice ‘gobernaremos y reinaremos como reyes y sacerdotes con Jesucristo.

La siguiente iglesia es una especie de mensaje triste. Es la iglesia de Sardis. Esto se encuentra en el capítulo 3 versículos 1-6:

 

Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” Apocalipsis 3:1-6.

 

Y el Señor le dijo a Sardis “tienes reputación de que estás viva; todos piensan que estás ardiendo por Dios. Eres una gran iglesia. Tienes reputación de que estás viva, pero estás muerta. ¿No sería algo terrible impresionar a todos de que eres realmente una persona espiritual? Y Dios te mira y dice: “estás muerto como una roca en el desierto. Has perdido el contacto Conmigo, estás lejos de Mí”.

 

Entonces dijo: “yo conozco tus obras. Sé vigilante, no seas indiferente, no seas descuidada, ¡sé vigilante! Y fortalece las cosas que están a punto de morir”.

“Ahora, tienes un nombre de que vives pero estás muerta”. Pero aparentemente había algunos entre ellos que no estaban totalmente muertos. Dijo: “quiero que fortalezcas aquellas cosas que están a punto de morir; aún puedes recuperarte”, y luego dijo: “al que venciere, no borraré su nombre del Libro de la Vida”.

 

Ahora, hay personas que les enseñarán que una vez que su nombre está en el Libro de la Vida, no puede ser borrado, pero eso no es cierto. Porque aquí Jesús dijo “a menos que corrijas tu retroceso espiritual, a menos que hagas lo correcto, voy a borrar tu nombre del Libro de la Vida. Entonces, es importante para nosotros, no retener la opinión de un hombre; pero cuando el La Biblia dice “si no te arrepientes, borraré tu nombre”, eso significa que tu nombre puede ser borrado.

Por lo tanto, es muy importante recordarlo. Finalmente concluye con estas palabras “recordad lo que habéis oído, retenedlo y arrepentíos”. ¿Alguna vez han escuchado un sermón realmente conmovedor que llegó directo a su corazón y les conmovió, y se marcharon pensando “wow, tengo que hacer algo al respecto”. Pero dos horas después, incluso olvidastéis lo que predicó el hombre.

Eso es posible para ustedes y para mí; pero no tenemos que hacer eso.

 

Somos la generación del tiempo del fin, estamos aquí justo antes de la segunda venida de Jesucristo y no necesitamos estar dormidos al volante, no necesitamos profesar una cosa y hacer otra. ¡Necesitamos tomar en serio nuestro caminar con Dios!

Ahora, llegamos a la iglesia número 6, Filadelfia:

 

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre. Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Apocalipsis 3:7-13.

 

 

Esto es lo que el Señor dijo acerca de la iglesia de Filadelfia: “habéis guardado mi palabra y no habéis negado mi nombre”. Eso sería música para mis oídos si Dios me lo dijera. Este es el versículo 7 al 13 del capítulo 3.

Entonces, el Señor le dijo a la gente de Filadelfia: “conozco tus obras, tienes un poco de fuerza, has guardado mi Palabra, no has negado mi nombre y he puesto delante de ti una puerta abierta y nadie la puede cerrar”.

Luego dijo “el que venciere”. ¿Cómo vencemos?

La Biblia dice en el libro de Apocalipsis capítulo 12 “vencieron por la Sangre del Cordero y la palabra de su testimonio”. Esa es la forma en que vencemos. La Sangre es nuestra arma defensiva, las palabras de nuestros testimonios son armas ofensivas. No hay nada que Satanás pueda infligir en su vida que la Sangre de Jesucristo no pueda ser la cura “al que venciere, le haré pilar en el templo de mi Dios”. “No vas a ser inestable, te voy a hacer pilar en el templo de mi Dios”. Más adelante vamos a ver personas que tienen el nombre de Dios escrito en la frente. Eso es de lo que está hablando.

 

“Voy a escribir sobre El el nombre de mi Dios, de los que venzan; no voy a escribir mi nombre en todos pero voy a escribir mi nombre en los que vencen, que hacen lo mejor que pueden. Y el nombre de la ciudad de mi Dios, escribiré sobre ti: Nueva Jerusalén”.

Hay dos Jerusalén. Está la Jerusalén terrenal allá en la pequeña nación de Israel en el Mar Mediterráneo y hay otra Jerusalén, una Jerusalén Celestial que es la iglesia de Jesucristo. Y cuando Jesús regrese a esta tierra, la Nueva Jerusalén, la iglesia, el templo de Dios, no es una ciudad física, es una ciudad espiritual y la Biblia dice que todos los Nacidos de Nuevo formamos la Nueva Jerusalén, por lo tanto ¡aférrense a lo que tienen para que nadie les quite la corona!

 

Saben, hay todo tipo de fuerzas para tomar su corona y la mía.

Quiero decir, Satanás está continuamente tentando, examinando, e incluso hay personas que si ustedes son verdaderos cristianos, se burlarán de ustedes, incluso se mofarán a veces. Pero el Señor dijo: “no le hagas caso a todo eso, solo aférrate. No dejes que nadie te quite la corona”. No sé cómo se sienten, espero saber cómo se sienten. No queremos que nadie nos quite la corona.

La Biblia dice que cuando el Señor regrese, le dirá a una persona: “bien hecho, buen siervo y fiel, puedes entrar; pero le dirá a otra persona: “ata a ese siervo malo y negligente, y échalo en las tinieblas donde hay llanto y crujir de dientes.

 

No quiero estar en esa multitud. Esa es la razón por la cual servir a Jesucristo no debe ser la tercera o cuarta opción en su lista. Sino que debe de estar en la cima de la lista. Eso es lo primero para todos nosotros, porque es lo único que tenemos que durará para siempre.

Ahora, llegamos a la última iglesia, la iglesia de Laodicea. Ahora bien, todas estas iglesias estaban ubicadas no muy lejos de la isla de Patmos. Todas estaban en el área a la que Juan finalmente regresó y era el supervisor de todas esas iglesias.

Es posible que personalmente haya entregado estos mensajes directamente de Jesucristo a estas diferentes iglesias. Aquí está la iglesia de Laodicea. Y lo que Él les dijo es tan asombroso, y también tan decepcionante.

Esto es lo que dijo Jesús:

 

Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Apocalipsis 3:14-22.

 

 

“No eres ni frío ni caliente”. Esta es Apocalipsis 3:14-22. Entonces, dice ante todo “Yo soy el principio de la creación de Dios”.

¿Qué significa eso?

Bueno, sabemos que Dios se dispuso a crear a la humanidad y una tierra finita, lo primero que hizo fue hacerse una forma finita, un cuerpo que pudiera relacionarse con el hombre finito porque los seres humanos en su forma finita no podrían concebir un Dios sin principio, sin fin, que llenó todo el espacio y nunca fue tentado. Entonces, Dios se hizo a sí mismo una forma finita. Él dijo: “Yo soy el primogénito de la creación”. Entonces, lo primero que hizo Dios fue crear un cuerpo finito, mediante el cual hizo los mundos.

La Biblia dice que “todas las cosas fueron hechas por Jesucristo y para Jesucristo y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho”.

 

Luego, Él le dice a la iglesia de Laodicea: “conozco tus obras, porque eres tibio, ¡te vomitaré de Mi Boca”!

Estoy tan agradecido de haber tenido padres que no fueron tibios. Es decir, no solo nos dijeron que debíamos orar, sino que nos bajaban a la sala y vieron como orábamos, nos enseñaron a orar. No solo nos dijeron que debiamos ir a la iglesia. Ni siquiera sabía que era una opción no ir. Los primeros 26 años de mi vida, nunca me perdí un domingo. Nunca olvidaré el primer domingo que me perdí; había estado predicando en Arizona y estaba atrapado en el aire cuando la niebla cayó, no pude aterrizar en Chicago. Tenía todo planeado para poder regresar a tiempo a la iglesia ese día.

 

Bueno, terminé teniendo escuela dominical en las nubes.

Porque estaba atrapado allí; esa fue la primera vez que me perdí la iglesia ese domingo por la mañana en 26 años. ¿Fue eso por mi mérito? No, solo tuve una madre que era un sargento y ella solo quería que haciera las cosas bien; porque no eran tibios. Creían que esto no era sólo lo principal sino que lo era todo. Casi tengo ganas de predicarles por un rato ahora mismo.

Ahora, el Señor dijo a los laodicenses: “como quisiera que fueran fríos o calientes, pero Él dijo: “no los soporto porque son tibios”. Él dijo: “porque son tibios, los vomitaré de mi boca”.

No solo dijo te escupiré, sino que dijo: “Te voy a vomitar”.

¿Alguna vez han tomado algún líquido que estaba demasiado caliente y que no podían soportar y lo tuvieron que vomitar?

 

Esa es lo que Dios dijo que iba a hacer con los laodicenses, porque “eres tan indiferente”. Ahora, ¿los laodicenses sabían esto?

No, hasta que el Señor les dio el mensaje.

Esto es lo que pensaron de sí mismos. Jesús dijo “dicen que son ricos, que han aumentado sus bienes, que no tienen necesidad de nada, que tienen 3 coches, que tienen muy buen trabajo, que están ganando buen dinero, que viven en un bonita casa”. Él dijo: “dicen que son ricos, que están aumentado en bienes y no necesitan nada”, pero luego el Señor dijo: “Yo les digo que son infelices y miserables y pobres y ciegos y desnudos”. Y entonces el Señor no los iba a dejar sin esperanza. Él dijo: “les aconsejo, compren de mí oro, pruébenlo en el fuego. El fuego de mi presencia. Para que sean ricos”.

 

Entonces, ¿cómo podemos comprar el oro del que habló Jesús?

El oro es un símbolo de espiritualidad. El bronce es un símbolo de carnalidad. La Biblia dice: podemos llegar a ser metal que resuena y címbalo que retiñe. Podemos hablar por hablar, pero no suena verdadero, porque no estamos viviendo en la verdad.

Y entonces el Señor dijo a los laodicenses: “reprendo y castigo a todos los que amo”.

Vivimos en un día en el que nadie quiere ser reprendido. Y nadie quiere ser castigado. Es decir, si el pastor nos reprende: “simplemente me cambio de iglesia, no fue muy amable conmigo, ni siquiera me estrechó la mano”. Pero la Biblia dice: que si Él nos ama, nos reprenderá y nos castigará.

Debemos buscar la reprimenda, si no tenemos razón.

 

¿Alguna vez han ido a un servicio y han dicho ‘Señor, háblame, incluso si tienes que pisarme los dedos de los pies, quiero estar en lo correcto. Dale al predicador algo hoy que necesito escuchar’?

Si amamos al Señor, esa debe ser nuestra actitud. “A todos los que amo, los reprendo y los castigo”. Y luego dijo: “Yo estoy en la puerta y llamo”. Jesús está afuera y llama pero no abre la puerta. Depende de nosotros abrir la puerta.

¿Alguna vez han tenido a Dios hablando con ustedes, llamando a la puerta?

Dijeron: “bueno, lo miraré más tarde”.

Y volvieron a hacer lo que querían hacer.

Y volvió a llamar. “Oh, debería ir y abrir la puerta, pero voy a ver este programa de televisión en el que estoy ahora. Voy a jugar este videojuego. Voy a hacer lo que sea. Voy a terminar este proyecto en el que estoy”. Y el Señor nos está diciendo “tiempo de orar, tiempo de acercarse a mí. Yo estoy en la puerta y llamo”.

¿Les estoy predicando?

Sí, seguro.

 

“Estoy en la puerta y llamo. Séan, pues, entusiastas”. No sean indiferentes. No se despreocupen. Séan llenos de entusiasmo. Séan fervientes. Háganlo ahora. No lo pospongan. Séan, pues, entusiastas y arrepiéntanse.

¿Qué significa arrepentirse?

Giro de vuelta. Cambio. Ok, ahora déjenme hacerles esta pregunta muy importante. Se lo preguntaré a todos, incluido a mi mismo.

¿Qué tipo de mensaje nos enviaría Jesús a ustedes y a mí, a su iglesia y a mi iglesia hoy?

Si recibimos el mensaje directamente de la boca de Jesús hoy; ¿qué nos diría a cada uno de nosotros?

Les dijo a los Efesios “ustedes han dejado su primer amor”. ¿Nos diría eso a nosotros?

 

Les dijo a los de Esmirna “ustedes son pobres pero son espiritualmente ricos”. La mayoría de nosotros no queremos ser pobres, ¿verdad?

Pero ese es uno de los mejores mensajes que dio. Él dijo “eres pobre pero eres espiritualmente rico”. Ciertamente me gustaría que Él dijera que “soy espiritualmente rico”. Y luego a la siguiente iglesia le dijo: “tenéis falsa doctrina entre vosotros”. ¿Nos diría eso a ustedes y a mí hoy?

¿Estamos enseñando la verdad? ¿Estamos enseñando falsas doctrinas?

¿Nos estamos incluso enterando? ¿Estudiamos nuestra Biblia de verdad? ¿O simplemente asumimos porque esto es lo que nuestros padres creían y lo que sus padres creían también?

 

Y porque eso es lo que dicen los predicadores; eso es lo que dice la iglesia. La Biblia dice “Escudriñad las Escrituras porque en ellas pensáis que tenéis vida eterna, pero éstas son las que dan testimonio de mí”.

¿No quieren escuchar cuando estén delante de Dios, que Él diga”bien hecho, siervo fiel, entra en el gozo del Señor”. No queremos que Él diga “apartaos de mí, obradores de iniquidad”. La Biblia dice “tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección”. A la siguiente iglesia le dijo “estás tolerando el mal”.

¿Estamos haciendo eso? ¿En nuestras iglesias?

¿Tenemos personas que van directamente en contra de la palabra de Dios y giramos la cabeza hacia el otro lado y decimos “oh, la gracia de Dios lo cubre todo”. ¿Que estamos haciendo? ¿Vamos a ser reprendidos porque toleramos el mal?

 

Hay personas que viven juntas y ni siquiera están casadas. Hay personas en la junta de la iglesia que están llevando a cabo una relación adúltera. Ahora, no estoy acusando a nadie porque solo les estoy hablando hoy. ¡Si el zapato les queda, póngaselo!

Pero, ¿estamos tolerando el mal? ¿O nos mantenemos firmes por la justicia y la verdad?

Y le dijo a la siguiente iglesia “tienes fama de que estás viva”. Esa era la iglesia de Sardis. “Pero estás muerta”. ¿Tenemos mejor reputación de lo que indica nuestra vida privada?

 

“Tienes una reputación en tu vida, pero estás muerto, estás tan lejos de Mí, no tienes una vida de oración constante, pasas de la iglesia, eres muy indiferente”. Y luego le dijo a la iglesia de Filadelfia: “ustedes han guardado mi Palabra. No han negado mi nombre”. Oh, eso es lo que me encantaría que el Señor me dijera “has guardado mi Palabra. No has negado mi nombre. Todavía estás predicando la verdad”.

Y finalmente, la iglesia de Laodicea. “No eres ni frío ni caliente. Eres tibio, me das asco. Tengo ganas de vomitar. Tengo ganas de vomitarte de mi boca”. Solo pregunto hoy: ¿qué nos diría el Señor si tuviéramos un mensaje directo de Él?

Ahora, estos son los 7 mensajes que Él entregó a las 7 iglesias de Apocalipsis 2 y 3.

 

No importa cuál sea el mensaje en particular; la respuesta es siempre la misma. ¿Que necesitamos hacer? ¡Séan entusiastas y arrepiéntanse!

No sean descuidados en su caminar con Dios, ponganlo primero, no segundo ni tercero. Ponganlo a Él primero y cambien. Dense la vuelta. Cambien su forma de ser. Si no pudiéramos cambiar, el Señor no nos habría dicho que cambiemos. Bueno, esas son las cosas que sucedieron durante los días de Juan. Pero todos los mensajes son apropiados para todos nosotros hoy mismo.

Ahora, en nuestra próxima lección vamos a pasar al emocionante futuro. Vamos a ir al futuro profético. Vamos a estudiar las cosas que serán después de estas. ¡No se lo pierdan!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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